DESCRiPCiÓN

DESCRIPCIÓN.
La cafetería del instituto en los recreos es como una pequeña jungla. Siempre que entres habrá gente. Si entras por la puerta pegada al gimnasio, a la izquierda tendrás la barra. O un montón de culos de personas que se amontonan para poder colarse y pedir antes que nadie. A la derecha habrá una ventana que da al gimnasio, para que Blanca no se pierda ningún detalle de cómo haces el ridículo saltando el potro. Blanca es la que atiende la barra en la parte de los bocadillos. Tiene el pelo negro, liso y corto y casi siempre le veo cara de cansada. Hay otro chico en la barra que atiende la parte de las chucherías. Este chico siempre tiene cara de harto. Seguramente de todos nosotros.
Si pasas de la barra ―mejor dicho, si logras pasar de la barra―, encontrarás tres o cuatro mesas con cuatro o cinco sillas cada una. Claro que a veces se juntan dos mesas y sus sillas o cosas así. En las mesas siempre habrá:
•Gente de bachillerato.
•Profesoras tomándose un café y una tostada (¿!!?)
•Algún grupo que haya pillado mesa por casualidad.
•Más gente de bachillerato.
Detrás de las mesas está la pared. La cafetería no es muy grande que se diga. En esta pared hay una especie de mural pintado por alumnos/as de bachillerato en la que se ve a Moe (de los Simpsons), a Betty Boop, a Piolín y demás, tomándose algo en la cafetería. Está gracioso, el mural.
Por lo demás la cafetería no tiene cosas mucho más interesantes. Una gran estantería tras la barra llena de chuches, un sitio donde Blanca mete los bocatas y salen aplastados y ardiendo, un pequeño estante donde hay cañas y donuts, etc.
La cafetería siempre, siempre, siempre está a rebosar de gente. Da igual si entras a las once y cuarto que a las doce menos cuarenta y tres. Siempre va a haber gente.
Y lo peor de todo es que la gente siempre intenta colarse. Y cuando no se te cuelan, la gente, que es muy sociable, siempre encuentra a un amigo al que le da dinero y le dice lo que quiere. ¡Y ese amigo siempre irá por delante de ti en la cola! ¡Y se le olvidará lo que tiene pedir, y tendrá que llamar a su amigo para que se lo recuerde! ¡Y cuando (¡¡por fin!!) sea tu turno, ya serán menos veinticinco y se te habrá pasado el hambre!
Y por eso la mejor descripción que se me ocurre para la cafetería es “jungla”. Sobrevive el más fuerte. Y pide el que mejor y más amigos o conocidos tenga.




Así es como nuestra cafetería nunca estará (vacía) ~~>

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Ego.

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