Laura's

Querido señor Presidente,
demos un paseo.
Finjamos que sólo somos dos personas y que usted
no es mejor que yo.
Me gustaría hacerle algunas preguntas
si podemos hablar honestamente.
¿Qué siente al ver a todos los sintecho en las calles?
¿Por quién reza antes de irse a dormir?
¿Qué siente al mirarse al espejo?
¿Está orgulloso?
¿Cómo duerme mientras el resto lloramos?
¿Cómo sueña cuando una madre no puede ni decir adiós?
¿Cómo camina con la cabeza alta
¿Puede incluso mirarme a los ojos, y decirme porqué?

Querido señor Presidente,
¿fue usted un niño solitario?
¿Es usted un niño solitario?
¿Cómo puede decir que ningún niño va a morir?
No somos tontos y no estamos ciegos.
Están todos sentados en las celdas
mientras usted pavimenta el camino al infierno.

¿Qué clase de padre quita derechos a su hija?
¿Y qué clase de padre odiaría a su hijo si fuese gay?
Sólo puedo imaginar lo que tiene que decir la Primera Dama...
Has vivido una larga vida
de whisky y cocaína.

Déjeme hablarle del trabajo duro:
sueldo mínimo con un bebé en camino.
Déjeme hablarle del trabajo duro:
reconstruir tu casa después de que una bomba se la llevara.
Déjeme hablarle del trabajo duro:
construirte una cama de cartón.
Déjeme hablarle del trabajo duro.
El trabajo duro.
No tiene ni idea de lo que es el trabajo duro.

Pero, querido señor Presidente...
Usted nunca va a dar un paseo conmigo...
¿cierto?